Por religión, por política, por orientación sexual, por dinero, por género, por enviar un mensaje… haya sido cual haya sido la razón, la situación es la misma.
Personas, animales, el medio ambiente mueren a diario porque los seres humanos nos hemos convertido en los seres más violentos del planeta, por creer que somos más que el otro, por defender razones sin razón, por creer que tenemos el derecho de gobernar sobre el cuerpo del otro, de quitarle la vida a alguien más como si ésta nos perteneciera.
Ayer fue Orlando, hace un mes fue Veracruz, hoy seguramente miles de seres están muriendo a causa del odio, la intolerancia y el egoísmo.
Como ya saben, me gusta que comencemos el fin de semana con muy buen humor y resulta que encontré el video perfecto para esto:
¿Tú te reíste al ver el video? ¿Sabes por qué la risa se contagia?
Comparto dos explicaciones rapidísimas que en realidad se complementan, para dar respuesta a la última pregunta.
Desde la neuropsicología, la risa (así como el llanto) nos ayuda a generar lazos sociales porque juega un papel importante dentro del proceso de la imitación y empatía y por lo tanto, favorece a la interacción con los demás. Nuestro cerebro está preparado y diseñado para socializar por lo que contiene «neuronas espejo» o «especulares» las cuales se activan al ver realizar una acción e imitan como un acto reflejo lo que el otro realiza (es un espejo del otro).
Además estas neuronas juegan un rol esencial en los procesos de identificación, a través de los cuales una persona forma su identidad. Lo cual nos lleva al segundo punto de vista que es el psicodinámico cuando se habla por ejemplo, de una histeria colectiva.
¿Sabías que en 1962 en Tanganica, Tanzania, surgió una histeria colectiva en forma de risa que duró hasta aproximadamente 1 año y medio y que algunas personas no pararon de reír por 6 meses? Sin embargo, no se tiene un registro profesional a cerca de este suceso por lo que permanece como un hecho legendario.
Y después de esta breve explicación, te dejo este otro video, que seguro ya conocías para que tus neuronas espejo se activen y rías.
Me tardé en hacer esta reseña-opinión-análisis que no podía faltar sobre “Intensamente”, la nueva película animada de Pixar y Disney, pero aquí por fin la traigo.
Quiero advertirles que este texto contiene spoilers, por lo que recomiendo leerlo después de ver la película o, si no estás motivado para ir a verla, antes para quitarte esa falta de ganas.
Esta es una pequeña muestra del post que viene en unos días.
En esta ocasión los personajes de la nueva película de Pixar y Disney «Intensamente», nos ayudan a identificar las emociones primarias y secundarias con las que contamos los seres humanos.
El día de hoy abro un poco las puertas de mi persona para decirte que soy un persona que llora de todo. Y cuando digo “llora de todo” lo digo en serio. Lloro de dolor, de tristeza, de enojo, de miedo, incluso lloro por algo muy divertido. Llorar es mi máxima forma de expresión. Sin embargo, durante mucho tiempo no lo acepté, sentía que había algo mal en mí y me costó varias sesiones de psicoterapia para aceptar y amar la forma en que me expreso.
¿Por qué no aceptaba que era una persona “llorona”? No es una pregunta difícil de responder. Vivimos en una sociedad donde la expresión de los sentimientos es estigmatizada, y no es sorpresa que llorar se encuentra en el primer puesto, cuando debería ser totalmente lo contrario porque es una de las expresiones más sinceras e inofensivas que existen.
Psicopalabras 